“Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí.” – Gálatas 2:20
Todo lo que encontrarás en este espacio tiene un solo propósito: exaltar el Nombre de nuestro Dios Trino — el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo — y proclamar la suficiencia de Su Palabra para transformar vidas, familias, escuelas y naciones.
Mi nombre no es lo importante, pero para que puedas conocer el corazón detrás de este blog, me presento: soy un pecador salvado por gracia, regenerado por el poder del Evangelio, y llamado a vivir no para mí, sino para Aquel que me amó y se entregó por mí.
Jesucristo lo cambió todo. En mi vida anterior busqué significado en filosofías humanas, desarrollo personal y hábitos de autosuperación, pero fue Su Verdad la que me confrontó, me quebrantó y me redimió. Desde entonces, mi anhelo ha sido vivir para honrar y glorificar a Dios en cada área de mi vida: como esposo, padre, maestro, líder, escritor, y siervo en Su Iglesia.
Este blog nace como una extensión de ese llamado. Aquí compartiré reflexiones bíblicas, recursos para educadores cristianos, enseñanzas que glorifican al Cordero, y artículos que contrastan la sabiduría de Dios con las corrientes del mundo. Cada palabra escrita tiene un solo fin: que Cristo sea conocido, creído, amado y obedecido.
No tengo méritos propios. Todo lo que soy y todo lo que hago es por la obra del Espíritu Santo que me guía a la Verdad y me santifica cada día. Si algo de lo que leas aquí edifica tu vida, dale la gloria a Dios. Si encuentras errores, ora por mí: sigo siendo barro en las manos del Alfarero.
Mi oración es que este blog sirva para despertar corazones a la supremacía de Cristo, fortalecer la fe de los santos y ser instrumento de renovación para quienes anhelan vivir una vida centrada en el Evangelio.
Para Él, por Él y en Él.
Soli Deo Gloria.
C.J. de la Torre
Transformados por La Verdad 